Al hilo de Willy Toledo

Nochebuena de 1952, en un bar de la calle de la Arganzuela de Madrid.

Tenía 9 años, mi padre me dice que me vaya con él que va a tomarse una cañas con unos amigos mientras mi madre termina la exigua cena de nochebuena. Un ambiente cálido de bar de barrio castizo, lleno de vecinos.

En ésto, un hombre de mediana edad con bastantes copas de más, al empinar el vaso para beber se le escurre de la mano y cae al suelo haciéndose pedazos, suelta un sonoro "Me cago en Dios", el bar, de pronto se queda en silencio, otro hombre también de mediana edad, vestido con un abrigo abierto dejándose ver una camisa azul con el jugo y las flechas bordados, se acerca al borracho y le suelta un puñetazo en la cara por el cual cae al suelo, se agacha, y agarrándole del cuello le levanta con la cara ensangrentada diciéndole :"Vas a pasar una nochebuena estupenda en Gobernación".

Yo estaba ahí, es algo que después de los años transcurridos, lo sigo recordando como si fuera ayer, lo de Willy Toledo me ha hecho recordarlo nuevamente y me ha trasladado a los años cincuenta del siglo pasado, en los que un régimen sangriento, nos dejó sumidos en los años más negros de la reciente historia de éste país llamado España.

Comentarios

  1. Pues el relato me ha sobrecogido, y también me ha hecho sentir de que manera han cambiado las cosas desde aquel momento en éste país. Afortunadamente hoy en día la gente puede querellarse contra lo que quiera, incluso contra tonterias como cagarse en dios y en la virgen. También afortunadamente, y como ya ha ocurrido en otras ocasiones ( Drack Shetlas), el caso no pasará más allá de el sobreseimiento por parte del juez ( sino está tarado).
    También dejará claro como tantas veces que éste país ya no es ni por asomo el que era hace 50 años, por mucho empeño que se ponga en intentarlo.

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