EL MIEDO DE LOS TRABAJADORES

Hay una parte de mis vivencias, que me han venido a la mente, al leer y escuchar algunos comentarios, sobre los motivos que han influido en muchos trabajadores a no participar el día 29 de marzo de 2012 en la huelga general, que a mi juicio y se que no solo al mío, ha sido una contestación mas que coherente con las medidas y las reformas que el gobierno conservador de Rajoy nos ha impuesto, debido a la seudo mayoría absoluta que consiguió, (10830693 votos), de los (24590557), que era el censo electoral. Los comentarios, las disculpas y los motivos para no hacer huelga eran: "puedo perder el puesto de trabajo", "no me renuevan el contrato", "me descuentan el día y no puedo perder ese dinero", entre otras cosas. Pues bien, allá por los años 70, muchos de los que entonces teníamos la treintena, salíamos a la calle para conseguir todos los logros sociales que hasta ahora estábamos disfrutando, y también teníamos hipoteca (lo de endeudarte para comprar un piso no solo es este tiempo), teníamos hijos pequeños y también nos jugábamos el puesto de trabajo, pero no solo eso, porque entonces solo existía el sindicato vertical y el jefe te podía denunciar por "rojo", echarte a la calle, o meterte en la cárcel, pero también podías perder la libertad y podías perder hasta la vida. Yo no quiero que mis hijos ni mis nietos vuelvan a vivir los tiempos que vivimos nosotros, que tengan sueldos dignos que los permitan vivir y desarrollarse como seres humanos, y que esa vida y ese desarrollo se exporte al llamado tercer mundo y no al contrario, que es lo que el capital y los llamados mercados,(que son la misma cosa), están consiguiendo. Yo un jubilado de 68 años, si apoyé la huelga y estuve en la manifestación.